No hemos dado con la fórmula mágica para evitar los signos del envejecimiento. Queremos evitarlo, pero, la piel, al igual que otros órganos, van sufriendo cambios a medida que pasan los años. Pero no te alarmes, sí es posible retrasar los efectos del paso del tiempo.
Gracias a los avances en la medicina estética, en los últimos años se han desarrollado diferentes soluciones para paliar las señales visibles del envejecimiento en el rostro y prevenir la aparición de estas. La combinación de sustancias como el ácido hialurónico o la toxina botulínica, también conocida como bótox es una de las opciones más efectivas. Os lo contamos
¿Para qué sirve la aplicación de bótox y ácido hialurónico?
Se tratan de dos sustancias que llevan bastante tiempo empleándose en las consultas de medicina estética, no obstante, aún hay presente bastante confusión en lo que se refiere a sus propiedades y aplicaciones. Son muchas las personas que no conocen la diferencia entre bótox y ácido hialurónico, por eso hoy vamos a explicaros qué es el ácido hialurónico y el bótox.
Ácido Hialurónico
El ácido hialurónico es una sustancia natural que podemos encontrar en muchos tejidos y órganos del cuerpo humano, y su propiedad más importante es la capacidad para atraer y retener el agua, lo que permite mantener los tejidos en condiciones óptimas y haciendo que la piel esté tersa e hidratada.
El problema viene con el paso del tiempo, ya que nuestro cuerpo produce menor cantidad de ácido hialurónico en nuestros tejidos, provocando la pérdida de elasticidad y de firmeza. Esta es la razón por la que con los procesos naturales de envejecimiento aparece el descolgamiento y la flacidez de los tejidos, dándonos esa apariencia envejecida de la piel.
Para combatir esto disponemos de los rellenos con ácido hialurónico, un tratamiento eficaz para restaurar la pérdida de volumen que sufre nuestro rostro con el paso de los años, con el fin de lucir un aspecto más atractivo y juvenil.
Bótox
La toxina botulínica, conocida popularmente como bótox, es aplicada para causar la paralización parcial de ciertos músculos del rostro, frecuentemente los del tercio superior, con el fin de reducir o suavizar las arrugas de expresión, e incluso la prevención de la aparición de estas.
El tratamiento con la toxina botulínica es un aliado perfecto para combatir efectivamente el envejecimiento facial, evitando la formación de las arrugas producidas por gestos faciales y obteniendo como resultado un rostro más juvenil y relajado.
¿Qué ventajas ofrece la combinación de ácido hialurónico y toxina botulínica?
Tal y como hemos visto, las dos sustancias de las que hablamos tienen propiedades e indicaciones diferentes en el contexto de un tratamiento de medicina estética.
- La toxina botulínica es ideal para relajar las arrugas provocadas por el movimiento de los músculos del rostro.
- El ácido hialurónico rellena, hidrata y aumenta las arrugas estáticas y los labios.
- El ácido hialurónico es el tratamiento de elección en el caso de que se presenten arrugas de expresión con surcos muy profundos, en las que el bótox no sea suficiente para disimularlas, ya que ayudan a recuperar volúmenes en el rostro.
- Los músculos relajados con toxina botulínica permiten que las infiltraciones de ácido hialurónico permanezcan mayor tiempo y tenga un efecto más visible.
- Además, permite eliminar pequeñas líneas de expresión que tras la aplicación del bótox aún quedan visibles, permitiendo mejorar los resultados finales.
- Ambos procedimientos son rápidos, indoloros y con efectos visibles rápidamente, y permiten hacer vida normal casi de inmediato.
Dadas sus diferentes indicaciones y cómo actúa una sustancia en relación a la otra, un tratamiento combinado con toxina botulínica y ácido hialurónico, aplicado de forma adecuada y con las dosis pautadas por el profesional, permitirá:
- Un rejuvenecimiento y embellecimiento del rostro.
- Una piel más natural, juvenil y armoniosa.
