Las orejas, su forma, posición y tamaño, tiene un gran impacto en nuestra imagen, siendo motivo de complejos tanto adultos como en niños a partir de los cuatro años, edad en la que las orejas terminan de desarrollarse. Los problemas estéticos en las orejas son muy variados, siendo la más habitual las orejas prominentes conocidas como “orejas de soplillo”. Afortunadamente, la otoplastia es una operación estética tan sencilla como rápida que corrige las orejas de soplillo. Y aunque no se hable abiertamente de ello, es una de las intervenciones más realizadas en niños al comienzo de su vida escolar, ya que además de corregir las orejas, mejora su autoestima.
¿En qué consiste la operación de orejas de soplillo?
Gracias a la operación de otoplastia se consiguen unas orejas más armónicas con el rostro, corrigiendo cualquier problema que pudieran presentar. Se trata de una intervención muy sencilla y rápida.
En clínicas ilahy, asesaremos a los pacientes personalmente, teniendo siempre en cuenta sus prioridades, evaluando su estado de salud y el tipo de intervención más apropiada para conseguir una correcta armonía facial.
La intervención se realiza en un quirófano por un cirujano plástico, cumpliendo con todas las garantías de seguridad e higiene necesarias para un procedimiento quirúrgico. La anestesia que se suele utilizar es local, aunque en los niños más pequeños se aconseja realiza una anestesia general.
Para corregir las orejas de soplillo y situarlas en una posición más normal, más pegadas a la cabeza, se realiza una incisión en la parte posterior de la oreja, junto al hueso. El cirujano irá estriando poco a poco el cartílago, perdiendo elasticidad y fuerza, y llevando las orejas hasta una correcta posición. La piel que sobra se retira y se cierra la incisión. La cicatriz que se realiza es casi invisible y queda detrás de la oreja. La otoplastia suele durar entre 2 y 3 horas, dependiendo de la complejidad.
¿Cómo es el postoperatorio?
es una cirugía muy sencilla que no requiere hospitalización. La mayoría de los pacientes pueden volver a casa el mismo día de la intervención, aunque en el caso de los niños puede ser recomendable permanecer una noche en la clínica hasta que desaparezcan los efectos de la anestesia.
En el postoperatorio hay que llevar un vendaje alrededor de la cabeza durante 2 o 3 días, para luego cambiar el vendaje por una cinta elástica para proteger y mantener las orejas en su posición. Al cabo de 10 o 15 días se retiran los puntos. Estos primeros días es habitual sentir un poco de dolor en las orejas, pero con los analgésicos prescritos se alivia rápidamente. A los 5-7 días ya se puede volver al trabajo o al colegio con normalidad, aunque durante el primer mes es importante evitar cualquier actividad en la que puedan lesionar las orejas y seguir los cuidados indicados por el cirujano plástico.
¿Qué riesgos hay?
La otoplastia apenas tiene complicaciones, más allá de los riesgos propios de una cirugía. Después de la operación, aunque no es habitual, pueden aparecer hematomas o una infección del cartílago, tratados mediante antibióticos.
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