El abdomen o la zona abdominal es una de las partes del cuerpo por la que más se preocupan las personas que cuidan su estética, y una de las que más interés suscitan en nuestras clínicas ilahy. En este aspecto, las intervenciones más demandadas son la liposucción o la abdominoplastia. Dos técnicas diferentes pero que pueden realizarse de manera conjunta y que logran unos resultados sorprendentes.
¿En qué se diferencia la abdominoplastia y la liposucción?
Aunque ambos procedimientos se enfocan en la misma área del cuerpo, son distintos y están diseñados para abordar problemas específicos relacionados con la apariencia. Desglosamos a continuación principales características de cada cirugía y sus diferencias.
Liposucción
La liposucción sirve para mejorar el contorno del cuerpo eliminando el exceso de grasa de los depósitos que se encuentran entre la piel y el músculo. Al contrario de lo que muchas personas creen no es un tratamiento relacionado con la obesidad o para bajar de peso. Lo es para eliminar la grasa localizada retirando los depósitos de grasa que no conseguimos eliminar con dieta y ejercicio.
Está indicada para tanto para hombres y mujeres que tienen grasa localizada en alguna zona del cuerpo. Por lo que no solo se aplica en el abdomen, sino que se pueden intervenir también los muslos, la cintura, los brazos, la espalda y el cuello para disminuir la “papada”, o en cualquier zona del cuerpo que haya depósitos de grasa
Técnicamente, consiste en la utilización de un pequeño tubo de acero inoxidable, llamado cánula que está conectada a una potente bomba de succión que remueve y absorberá la grasa a través de pequeñas incisiones que el cirujano realizará en la piel.
Abdominoplastia
La abdominoplastia se centra exclusivamente en el abdomen. Es un procedimiento quirúrgico de reconstrucción de la pared abdominal que además de eliminar el exceso de grasa, también elimina el exceso de piel, del exceso de grasa y le da tensión a los músculos de la pared abdominal, con el objetivo final de remodelar el abdomen, la cintura y la forma del tronco del cuerpo así como la autoestima de los pacientes que se someten a ella.
Su efecto logra una cintura marcada por la forma de las costillas, las caderas y los músculos que se encuentran entre ellas. Los músculos oblicuos externos son los que se marcan en el lateral del abdomen, como si fuere un leve hundimiento. El músculo recto anterior del abdomen es el músculo que tenemos en el centro del abdomen y que forma la “tableta”.
El paciente ideal para la abdominoplastia son las mujeres que hayan tenido varios embarazos, o personas que se han sometido a una operación quirúrgica de pérdida de peso y han perdido mucho peso, por lo que la piel del abdomen y tórax ha quedado flácida.
Y además, también para mujeres y hombres que tienen una silueta relativamente buena pero que están preocupados por la acumulación de grasa o por el exceso de piel en el abdomen y que no mejora a pesar de la dieta o el ejercicio físico.
Como decíamos, es posible combinar ambos procedimientos para así lograr resultados óptimos y duraderos. En cualquier caso, es una decisión que deben de tomar conjuntamente el profesional con el paciente, siempre atendiendo a sus necesidades.
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