Adelgazar, quitarse kilos de más, perder peso… son preocupaciones que afectan a muchas personas, sobre todo aquellas que padecen obesidad o sobrepeso. Hay muchas maneras de conseguirlo, pero no todo el mundo puede hacerlo de la misma forma. La más natural es a través de dietas y ejercicio físico. Cuando esto no funciona, se abre la posibilidad de recurrir a otros tratamientos avalados por la medicina. Uno de los más destacados es el método APOLLO, enfocado especialmente para personas con obesidad o con índice de masa corporal (IMC) entre 30 – 50 Kg/m2, y muy solicitado entre nuestros pacientes de ilahy.
¿Qué es el Método APOLLO?
El método APOLLO se distingue del resto de técnicas porque no requiere de cirugía y es una de las técnicas más efectivas para la pérdida de peso. Consiste en reducir el tamaño del estómago, mediante pequeñas suturas dentro de la cavidad gástrica. Éstas se realizan a través de la boca con una intervención endoscópica con el objetivo de reducir su volumen entre un 70% y un 80%.
La finalidad de esta intervención es limitar la cantidad de alimentos consumidos y la cantidad de calorías absorbidas por el estómago. También prolonga los tiempos de digestión, haciendo que el paciente se sienta satisfecho o ‘lleno’ durante más tiempo, por lo que comerá menos y notará una pérdida de peso significativa.
Ventajas y beneficios
Son muchas las ventajas que ofrece el método APOLLO, y que avalan su éxito en nuestras clínicas. En primer lugar, hablamos de un tratamiento seguro realizado por los mejores profesionales y avalado por el entorno hospitalario de IMED.
El método APOLLO es un tratamiento no invasivo (sin incisiones) que no deja ningún tipo de cicatriz externa.
Requiere anestesia general, pero es una intervención relativamente rápida, entre 40 y 90 minutos, que puede realizarse de manera ambulatoria (aunque se recomienda al menos una noche de control en el hospital).
Si consideramos que la intervención es rápida, la vuelta a la rutina también. Los pacientes que se hayan decidido por el método APOLLO, pueden volver a retomar sus hábitos, volver a la rutina e incorporarse de nuevo al trabajo pasados los 2-3 días después de la intervención.
Así funciona el método APOLLO
La intervención con el método APOLLO se realiza través de un pequeño dispositivo del tamaño de un dedo, que se adhiere al extremo del endoscopio o de la cámara. El profesional especializado introduce ese dispositivo por la boca del paciente, hasta llegar al estómago. Una vez colocado, se realiza una sutura continua que va formando pliegues dentro del estómago, remodelándolo en forma de tubo o manga, para reducir su tamaño. El proceso empieza desde el fondo del estómago, avanzando hacia la parte superior.
Resultados efectivos y comprobados
Según los estudios clínicos, los pacientes que se intervienen con el método APOLLO, pierden una media del 15-20% de su peso total corporal, y llegan a perder hasta el 49% del exceso de peso corporal 12 meses después de la intervención.
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