La eficiencia en la cocina ha sido siempre la base de las amas de casa más avanzadas y de los mejores chefs sin necesidad de ponerle ningún nombre «molón». Ahora, con nuestras vidas frenéticas y nuestra falta de tiempo queremos (¡necesitamos!) retomarla.
Estamos seguros que en alguna ocasión habrás escuchado a tus amigos, compañeros de trabajo o compis de entreno mencionar estas dos palabras “batch cooking”. ¿No sabes qué es? Esta forma de cocinar significa, literalmente, “cocinar en lotes”, aunque este concepto de cocina se conoce por cocinar para toda la semana.
El objetivo de este popular concepto es dedicar unas horas a elaborar una variedad de menús que podemos ir aprovechando durante varios días, de tal manera que reducimos el trabajo básico que implica cocinar (cortar, sofreír, hervir, limpiar…) y ganamos tiempo y calidad.
Básicamente se trata de retomar esa cocina eficiente, característica de nuestras madres y abuelas e incluso de los chefs, pero bajo un nombre “trendy”. Y es que con las vidas frenéticas que llevamos y nuestra falta de tiempo queremos (¡más bien necesitamos!) retomarla.
¿En qué consiste y cuáles son los beneficios del batch cooking?
Así es, el batch cooking está de moda y se denomina con este anglicismo, pero realmente es una forma de resolver las comidas diarias que empleaban hasta nuestras abuelas. Esta técnica propone cocinar en pocas horas para toda la semana, optimizando al máximo los recursos y cocciones de alimentos.
El mayor beneficio de esta forma de organizarse es que nos acerca a la comida casera, nos aficiona a la cocina y nos permite evitar llevar una alimentación de ultraprocesados, fast food y comida elaborada fuera de casa, que siempre es de peor calidad que la que podemos cocinar nosotros mismos.
Y es que además nos permite reducir los tiempos que dedicamos a la cocina y organizar nuestra alimentación, algo esencial para mejorar nuestra dieta tanto en calidad como en cantidad.
Otro beneficio, que no se suele tener en cuenta, es la ventaja económica que el batch cooking ofrece. Primero nos aleja de la comida comprada, la cual tiene un coste mayor. Además, en pocas horas cocinamos para cada día de la semana, permitiendo así también ahorrar en el consumo energético requerido para elaborar diferentes platos.
Cómo iniciarse en el “batch cooking”
Es cierto que muchas de las elaboraciones pueden aguantar unos días tras ser cocinadas, pero no es el caso de todas. Nunca debemos dejar, por ejemplo, una ensalada de hojas verdes ya aliñada, o un filete a la plancha que perdería toda su jugosidad.
Existen multitud de opciones que nos pueden resolver los menús de toda la semana. Pero antes de adentrarnos a fondo en esto, hemos pensado que sería mejor compartir algunos consejos para que el proceso resulte más sencillo:
- Piensa, compra y luego cocina: No existe mejor momento para planificar tu “batching” que cuando vas a la compra (preferiblemente en el mercado donde los productos son frescos y sin envasar). Piensa detenidamente y organiza los menús de la semana y compra todo lo que vayas a necesitar.
- Modo cocina: Toca disfrutar del proceso. Pon tu música preferida para acompañar, prepara todos los utensilios que vayas a necesitar y organízate el trabajo: mientras una olla hierve, puedes cortar ingredientes para otra o envasar lo que ya hayas cocinado.
- ¡Organízate! El famoso “multitasking” (ya que estábamos con los nombres “trendy”, dícese de la capacidad de una persona para hacer varias cosas a la vez). Tu cocina tiene también la capacidad de hacer varias cosas a la vez: mete un pan de avena en el horno mientras preparas un guiso de carne en la olla exprés y cortas fruta para un postre. No olvides usar temporizadores para que no se te queme nada.
- Usa envases de vidrio: son sostenibles y reciclables, pero es que además los botes y recipientes de cristal son mucho mejores para conservar alimentos, ya que no cogen olores ni sabores previos. Guarda en raciones individuales o familiares, según vayáis a consumir en casa.
