La mastopexia o elevación de pecho secundaria se plantea para corregir o mejorar los resultados de procedimientos y cirugías previas en los senos. Se recurre a esta segunda intervención principalmente para corregir asimetrías, ajustar la posición de los implantes después de la elevación, o abordar cambios relacionados con el envejecimiento de las mamas femeninas. Su finalidad es devolver al pecho un aspecto rejuvenecido, corrigiendo el impacto anterior.
Actualmente, los implantes mamarios son seguros y rara vez presentan complicaciones como roturas o encapsulamientos, pero se pueden deteriorar con el paso de los años, y en ocasiones necesitan un recambio.
Hay que tener en cuenta que la mastopexia secundaria es un tipo de cirugía que presenta un desafío para los cirujanos ya que manipulan unos senos que han sido previamente operados donde los tejidos ya están manipulados y hay menos margen de movimiento.
También supone un nuevo reto para el paciente. Quién recurre a esta segunda intervención, puede tener desconfianza o insatisfacción debido a la experiencia anterior. Por ello es fundamental que cirujano y paciente hablan claramente sobre el caso específico, para entender los cambios del procedimiento y gestionar las expectativas del resultado final.
Beneficios de la mastopexia secundaria
La mastopexia secundaria es un procedimiento quirúrgico que logra armonizar las proporciones, la posición, el tamaño y el aspecto de las mamas, redefiniendo la figura del paciente con una proporción equilibrada. Unos cambios, y unas mejoras que influyen directamente en su bienestar y autoestima.
Tipos frecuentes de cirugía secundaria de mamas
Además de la mastopexia o reducción de senos, también se recurre a una segunda cirugía de pecho para recambios, rectificaciones o extracción de implantes, perdida del surco intermamario, encapsulamientos o asimetrías.
¿Cómo es el postoperatorio?
Quien se somete a esta segunda operación, ya ha pasado previamente por todas las fases de la primera y por lo tanto, el postoperatorio parece menos incómodo o aparatoso, y en definitiva, más ameno que la primera vez. Precisa de ingreso hospitalario de al menos una noche dependiendo de la paciente, y de un sujetador ortopédico durante el tiempo que recomiende el cirujano.
Durante las primeras dos semanas, se recomienda limitar los movimientos de los miembros superiores. Además, durante un mes a mes y medio, se debe evitar cualquier esfuerzo físico que pueda afectar la zona de los senos, como correr o saltar. En cuanto al regreso al trabajo, las pacientes con trabajos sedentarios pueden necesitar entre 3 o 4 días de descanso, mientras que aquellas con trabajos físicos pueden requerir aproximadamente 15 días antes de reincorporarse.
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